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Los generadores atmosféricos de agua GENAQ toman el aire ambiente, lo filtran y le extraen la humedad.
Una vez se extrae el agua a través de la condensación, se sigue un tratamiento especializado para obtener agua de máxima calidad al menor coste energético posible.
Una de las principales características por las que destacan los generadores atmosféricos de agua de GENAQ es la calidad del agua que generan, pues es sumamente importante generar agua que sea potable y apta para el consumo. Para poder hacer esto posible, seguimos un control de calidad muy riguroso basado en el tratamiento del agua.
Es por ello por lo que el proceso de filtrado de esta agua es esencial. Dentro de nuestros generadores, el agua generada circula a través de distintas etapas: sedimentación, ultrafiltración, carbonización y mineralización. Estos filtros, además, se suman a la doble filtración por la que pasa el aire para crear agua a partir de la humedad en el ambiente. El filtro de sedimentación se encarga de retener las partículas sólidas y mejorar así la turbiedad del agua; la ultrafiltración se encarga de eliminar todos los virus, bacterias, coloides y partículas en suspensión que se encuentren en el agua; la carbonización garantiza que el agua que se genera sea insípida e inodora, además de que se reduzcan las partículas de cloruro que se encuentren presentes en el agua; y, gracias a la mineralización, conseguimos corregir el PH del agua.
Como último paso de todo este proceso de filtración, una lámpara ultravioleta (en adelante, UV) desinfecta el agua. Este tratamiento del agua potable mediante luz UV es uno de los métodos más eficaces para obtener agua pura, pues permite alcanzar la máxima calidad de esta sin necesidad de utilizar tratamientos químicos que sean perjudiciales, como la adición de cloro u ozono. Así, estos rayos UV se utilizan para purificar el agua de aquellos elementos que la contaminan, como bacterias, virus y microbios.